lunes, 28 de septiembre de 2009

43 Bagatelas sorpresivas


BAGATELAS 1
Héctor Ranea
En el auto venían escuchando el Opus 126 número 4 de Beethoven. De frente, un camión apurado los tiró al costado de la ruta, donde se incendiaron.

BAGATELAS 2
Héctor Ranea
Un piloto de avión dispara sobre la escuela donde están escuchando música de Dvořak. Todos mueren, excepto el piloto.

BAGATELAS 3
Héctor Ranea
Entre los escombros de Sarajevo, un bibliotecario encuentra ejemplares perdidos de unas Bagatelas de Mahler para orquesta que nadie conocía. Al compositor no le hubiera gustado, pero la guerra engendra monstruos también en el pasado.

BAGATELAS 4
Héctor Ranea
En el campo de concentración los bombardearon pilotos que de niños tocaban Para Elisa.

BAGATELAS 5
Héctor Ranea
Terminó de cenar, salió al patio a estirar un poco las piernas. Todo el día había estado torturando y era hora de tomarse un whisky escuchando algo de Beethoven.

BAGATELAS 6
Héctor Ranea
El misil destruyó lo último que quedaba de la Biblioteca de Alejandría y volatilizó el piano donde segundos antes la niña ensayó el Opus 33 para el festival de esa tarde. A la niña también.

BAGATELAS 7
Héctor Ranea
La música había empezado segundos antes. Wanda siguió tocando mientras el cielo estaba incandescente. Eso encendió al menos mi corazón.

BAGATELAS 8
Héctor Ranea
El inmenso Buda de piedra es incapaz de saber con qué objeto lo demuelen con cañones. No representa nada más que algo de música ligera.

BAGATELAS 9
Héctor Ranea
En la demolición del Ponte a Santa Trínita se usó explosivo de tanto poder como para voltear la historia, pero sobrevivió la Primavera.

BAGATELAS 10
Héctor Ranea
En Dachau, campo modelo de muerte, un niño se salvó porque la capó se creyó el hada que debía amamantarlo, escuchando las Bagatelas de Bartók que escondía en su cabeza.

BAGATELAS 11
Héctor Ranea
En Sabra y Chatila un día cambiaron la música de niños por fragor de niños muertos.

BAGATELAS 12
Héctor Ranea
Mientras comprábamos los juguetes en el Mercado de Tel Aviv, en los parlantes sonaba una música banal. Otro señor que estalla nos arrebata los juguetes, las manos, la vida.

BAGATELAS 13
Héctor Ranea
En esa tempestad, en ese viento, en la selva, los niños se han perdido buscando agua dulce. La ciudad queda tan lejos. En esa jungla no cabe la música.

BAGATELAS 14
Héctor Ranea
El viejo que vive en Jerusalem dice haber sobrevivido a Auschwitz, que todo el resto de lo que ha sufrido son bagatelas. Una seria arruga se dibuja en su rostro porque recuerda.

BAGATELAS 15
Héctor Ranea
Los tomaron por sorpresa cruzando la frontera. Los niños fueron ejecutados mientras los obligaban a cantar. Uno se salvó dentro de un camello muerto. Tal vez llegó a ser músico.

BAGATELAS 16
Héctor Ranea
Miles de niños se convirtieron en velas en Hiroshima y después en Nagasaki. Cantaban sus canciones en las escuelas. Nos iluminan aún con su martirio.

BAGATELAS 17
Héctor Ranea
Buenos Aires, 18 de julio. Los niños arrancados de sus madres por el viento de piedras iban cantando, seguramente, lo que habían aprendido ayer en las escuelas.

BAGATELAS 18
Héctor Ranea
En la Casa Blanca lloran la muerte de una gata. En el Mediterráneo Oriental los niños mueren por centenares. En la Casa Blanca no los lloran.

BAGATELAS 19
Héctor Ranea
No tenían más que decírmelo y hubiera avisado que estaban todos infectados.

BAGATELAS 20
Héctor Ranea
Hay políticos que mandaron matar cinco mil personas antes de un batir de ojos, pero lloran cuando expropian una empresa.

BAGATELAS 21
Héctor Ranea
El cómico de la televisión anunció entre risotadas que la mujer violada no era virgen. Todos rieron, hasta los policías.

BAGATELAS 22
Héctor Ranea
En un rincón del archivo hay un expediente en el que todos narran cómo fueron torturados. El juez espera que llegue pronto el futuro para no tener que mirar ese pasado.

BAGATELAS 23
Héctor Ranea
Había una vez un inodoro en el que habitaba el peor asesino: la verdad sobre tu sistema digestivo.

BAGATELAS 24
Héctor Ranea
Un señor comenta indignado la noticia.
–¡En África mueren cientos de miles de hambre!
Y a continuación:
¿Qué quieren hacer con mis impuestos estos ladrones? ¿Dar de comer a estos vagos? ¡No señor, no pago!

BAGATELAS 25
Héctor Ranea
Salen de misa compungidas y no miran a nadie hasta llegar a su casa.

BAGATELAS 26
Héctor Ranea
Si hubo un ángel exterminador, tenía preferencia de clases.

BAGATELAS 27
Héctor Ranea
Van escuchando Bagatelas para Piano de Beethoven mientras entierran vivos a los soldados en la trinchera de enfrente. Estos nuevos cascos insonoros son fantásticos: no escuchamos el crujido de sus cuerpos.

BAGATELAS 28
Héctor Ranea
En el concierto el pianista ejecuta una Bagatelle muy sutil. Mientras, en una fosa asesinan uno por uno a los desamparados.

BAGATELAS 29
Héctor Ranea
La discusión entre los diplomáticos se centraba en si eran seis mil o diez mil muertos por día en los campos de concentración. Eran acaloradas discusiones técnicas. A miles de kilómetros, la gente era muerta.

BAGATELAS 30
Héctor Ranea
¿Cómo podemos explicar la poesía después de Auschwitz? ¿Y cómo seguimos después de estos cincuenta años? Cómo.

BAGATELAS 31
Héctor Ranea
No alcanzan las palabras para abarcar el mapa de la muerte durante el siglo XX. Ya el XXI viene con ganas de superarlo.

BAGATELAS 32
Héctor Ranea
Del álbum para María Magdalena Bach, tocan una pieza corta quienes en breve asistirían al asesinato de Sophie Magdalena Scholl. En la guillotina y era febrero. ¿Cayeron también sus cabezas?

BAGATELAS 33
Héctor Ranea
Asesinaron a más mujeres en México hoy que palabras llevo escritas en las notas a las Bagatelas de Beethoven.

BAGATELAS 34
Héctor Ranea
Los niños fueron a buscar cobijo y cantaron. El obispo mandó quemar la iglesia. Unos tutsis, otros hutu. Hermanos, pero no los dejan saber.

BAGATELAS 35
Héctor Ranea
Es más fácil mandar quemar aldeas con niños y mujeres que ejecutar una pieza de Debussy, aunque sea una Bagatelle.

BAGATELA 36
Héctor Ranea
¿Por qué matar a uno es homicidio y a muchos guerra?
¡Es la economía, zopenco!

BAGATELA 37
Héctor Ranea
En el agujero donde estoy alguien dejó una mina activada. Debo quedarme acostado sobre ella. En la radio dicen que terminó la guerra interrumpiendo la Bagatelle WoO 59 Para Elisa. Mi novia.

BAGATELA 38
Héctor Ranea
Estoy oliendo mi sangre surgiendo de la arteria que corté con mi cuchillo. Es un olor suave, suave es el rito. Ahora no quiero más morir.

BAGATELA 39
Héctor Ranea
Los prisioneros quitaron los dientes del gato, así sueñan cada uno con su mujer o su hombre. El gato es el condenado.

BAGATELA 40
Héctor Ranea
El cosmonauta está escuchando la Opus 126, número 3 para piano de Ludwig van, cuando le avisan que su país no existe más y nadie lo va a asistir en su regreso. Si regresa.

BAGATELA 41
Héctor Ranea
No temas, no hago daño. Tengo forma y alas de cuervo por un hechizo, no por serlo. Elisa, la niña que escuchaba la música que graznaba el cuervo, reconoció la pieza. Igualmente, lo espantó.

BAGATELA 42
Héctor Ranea
La música en la radio lo distrajo y cuando pasó sobre el chico con el auto, éste apenas se desvió del camino.

BAGATELA 43 (Cartesiana)
Héctor Ranea
Mañana pienso. Hoy existo.

martes, 22 de septiembre de 2009

25 parpadeos sorpresivos a la hora de la siesta




Empate - Giselle Aronson
Estallaba el estadio Norberto Primo esa noche. Final entre el equipo de Los Enteros y Los Decimales. Ninguno lograba deshacer el empate. La hinchada local de Los Enteros provocaba a Los Decimales: —¡Hi-jos-nues-tros! ¡Hi-jos-nues-tros!

La idea de mí - Carmen Carrillo
Como buen poeta, me había idealizado. Se enamoró de la idea que tenía de mí y que distaba mucho de parecerse a lo que soy. No tuve el valor de quitarle la ilusión y haciéndome la vista gorda, dejé que se fugaran.

Despechada – Antonio J. Cebrián
Harto de caminar inclinado, Adan se sacó la otra costilla. Cuando, por fidelidad a Eva, le negó el sexo a la nueva mujer, ésta se transformó en serpiente y se adentró en la espesura.

Roces familiares - Francisco Costantini
—Soltala, Caín, que esa es tu hermana —dijo Adán, y el hijo obedeció. Luego, dirigiéndose a la joven, agregó—: Y vos vení conmigo, que todavía sos una nena, y tenés que obedecerme en todo.

Mal ejemplo - Miguel Dorelo
—No entiendo como los poetas le cantan tantas loas a la luna; algo que siempre muestra la misma cara, no me inspira la más mínima confianza —le comentaba un político a otro.

Duelo - Susana Duré
Fobos y Deimos escuchaban música juntos, casi todo el tiempo. Coincidían en sus gustos y era todo un acontecimiento escucharlos tararear, de tarde en tarde, viejos clásicos. Hubo gran alboroto cósmico cuando cantaron, a viva voz "Fui hecho para amarte".

Tampoco mando este - Carlos Feinstein
Sorpresa, no era una monja presa, como indicaría el chiste fácil. Sorpresa es lo que se le pegó en la cara al Señor Obispo cuando vio el Evatest posivo de la hermana Etelvina.

César Fernández Moreno
La valentía es la tía del valor.

Diario de un depresivo - Jacques Fuentealba
Resumen del año: idea de la mañana, tristeza; ganas del mediodía, aburrimiento; balance de la noche, melancolía. Y así los siete días de la semana, durante cincuenta y dos semanas.

Oferta - Walter Hernán García
Vendo material biodegradable, (simil piedra) ideal para el grabado de promesas de amor efímeras.

Conjeturando - Sergio Gaut vel Hartman
—La bilocación podría ser un fenómeno cuántico —dijo el físico
—No diga tonterías —replicó el sacerdote. Hubiera sido muy embarazoso que se supiera que él, en ese mismo momento, estaba en un burdel.

Ramón Gómez de la Serna
En la manera de matar la colilla contra el cenicero se reconoce a la mujer cruel.

Brujas 3 - Bruno Henríquez
Cuando la bruja se dispuso a preparar su siguiente hechizo descubrió con sorpresa que sus amigas le habían cambiado el caldero por una olla de presión.

Prosperidad - María del Pilar Jorge
Había sido un hombre solitario hasta que se sacó la lotería. Ahora, no sabe como sacarse de encima a sus parientes.

Ariel Ledesma Becerra
Cuando el dinosaurio se durmió, soñó con millones de Monterrosos despertando.

Javier López
Cansado de timbres, sirenas y alarmas, opto por mi reloj de arena como despertador.

Parientes lejanos - Diego Martínez
—¿Cómo, no éramos parientes? —dijo el sucio orangután mientras abría mi heladera, fumaba mis cigarros y manoseaba a mi mujer...

Ajedrez - Cristian Mitelman
“El rey jaqueado, la dama perdida, las torres abandonadas. Si esto fuera una partida de ajedrez, ¡qué grato sería!, piensa el estratega que acaba de perder la ciudad.

Telegrama 1 – Diego Muñoz Valenzuela
Enamoramiento. Pasión. Éxtasis. Felicidad. Acecho. Intrusión. Tentación. Impulso. Traición. Vértigo. Goce. Chisme. Incredulidad. Desconfianza. Seguimiento. Irrupción. Sorpresa. Culpa. Espanto. Crimen. Alivio. Cárcel. Paz.

Oriana Pickmann
Era un hada descontenta con su hado.

Formidable vaca - Héctor Ranea
En los pagos de Casalins una vaca de la zona, toda vez que haya sido ordeñada como corresponde, se acerca al boyero y recita, diariamente, las líneas de Ricardo III donde pide por un caballo.

Del dicho al hecho - Nanim Rekacz
Papá carnicero puso toda la carne a la parrilla, mamá, que está del tomate, preparó la ensalada, mi hermano, peleador, le echó más leña al fuego y yo, mandé fruta y fui la frutilla del postre.

Grados de parentesco de los gucumatz - Saurio
Epifóptrio: sobrino del amante de la cuñada de un compañero de trabajo del tercer padrastro de quien habla.

Rafael Vázquez
El niño aprendiz de mago sacó de la sombra de la chistera la sombra china de un conejito.

Escaparate - José Luis Zárate
Vendían graffitis para llevar.

martes, 15 de septiembre de 2009

Las 10 ráfagas favoritas de Rafael Vázquez


Mariposa - Héctor Ranea
Una mariposa bate las alas en la página del Ulysses donde describe la casa de los Bloom y se derrumba una estantería en una biblioteca pública en Río Gallegos.

Velocidad ficticia- Miguel Dorelo
La luz, es más rápida que no se qué; como trescientos mil kilómetros por segundo, dicen. Lo dudo. La oscuridad siempre la alcanza.

Pedido - Giselle Aronson
—Sólo te pido una cosa —susurró ella cuando descubrió que él se había propuesto quitarle la ropa.
—Lo que quieras.
—Que parezca amor.

Ajenidades - Nanim Rekacz
Cortarse una oreja... cortarse una esposa. Tenemos partes descartables sin las cuales podemos vivir y sin embargo, las ajenidades suelen ser las que nos completan.

Javier López
Reto a muerte. Espalda contra espalda, diez pasos, giro, desenfundo, apunto. Veo mi propio rostro. Muero a manos de un tramposo con espejo.

Vocación docente – Francisco Costantini
La maestra entró al aula y posó su bolso sobre el escritorio. De él extrajo las tizas, luego el borrador, también un ingenioso pizarrón desplegable y, finalmente, a sus treinta alumnos. Entonces, la clase comenzó.

Descubrimiento – Daniel Frini
Descubrimos una estrella vampira. La vemos con telescopios de lentes refractores, pero no con los de espejos reflectores.

Escritor suicida 143 - Antonio J. Cebrián
Era tan rápido escribiendo que, después de apretar el gatillo, fue describiendo las sensaciones que le causaba la bala al atravesar el cráneo…

Platea – Sergio Gaut vel Hartman
Un vagabundo hace su diario paseo cloacal. De pronto se detiene y mira extasiado hacia arriba.—Millones irán al cine y amarán esta escena, pero nadie verá a Marilyn como la estoy viendo yo.
.
Caracola - Oriana Pickmann
Al oír dentro de la oreja cortada de Van Gogh, puede uno escuchar a la musa dictando a colores.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Las diez ráfagas favoritas de Oriana Pickmann


Admiración – Daniel Frini
—¡Un capo este Harry Truman! Desde Sodoma y Gomorra que no me divertía tanto —dijo Belcebú mientras admiraba el hongo de la bomba que deshizo Hiroshima.

Las vueltas de la vida - Saurio
—Un día yo era un dios egipcio respetado y temido y ahora sólo soy un viejo con cara de perro —se quejaba Anubis mientras hacía la cola para cobrar la jubilación.

Más allá - Miguel Dorelo
Morir es como dormir durante mucho, mucho tiempo, dicen, pero a mí esto de estar muerto, ya me tiene bastante podrido.

Javier López
—No se dirija a mí en ese tono —recriminaba el director de orquesta al violinista.

Morgue - Susana Duré
Fue una autopsia difícil. El muerto no paraba de moverse.

Oscuridad - Antonio J. Cebrián
Desperté. Empujé la tapa. Pero el ataúd estaba cerrado.

Adoquín – Sergio Gaut vel Hartman
El extraterrestre era bastante estúpido.
—Flor —dije mostrándole una camelia.
—¿Comer?
—No, oler. Y esto es un cuadro de Renoir.
—¿Comer?
—No. Contemplar, apreciar. Ah, esta es Josefina, mi suegra.
—¿Comer?
—Sí, por supuesto.

Reclamación - Rafael Vázquez
Las maletas llegaron puntuales a su destino. Al propietario lo extraviaron.

Doble engaño – Héctor Ranea
Soy el falso dios de los falsos profetas.

Punto final - Nanim Rekacz
Mientras dormía era todo, hacía todo. Al despertar, sólo era un paciente sin memoria y su cuerpo, una carcaza inútil. Salido del coma, prefirió el punto final.

Imagen: Víctor Humareda Gallegos

lunes, 7 de septiembre de 2009

Los diez parpadeos favoritos de Javier López

Arthur Rackham: "Alicia en el país de las maravillas"


La realidad es siempre un accidente – Carmen Carrillo & Sergio Gaut vel Hartman

Testarudo personaje de novela, no escuché a los que me decían que sólo existo en la ficción… y aquí me tienen, hospitalizado tras chocar contra un hecho.

Saurio
Yo soy adicto a mi cuerpo. Si no lo tengo, me muero.

Messenger - Susana Duré
Al séptimo día, se mostró como "No conectado".

Pasaje – Sergio Gaut vel Hartman
Encontrar la forma de pasar de un universo a otro no siempre tiene recompensa; uno puede caer en el nuestro.

Rafael Vázquez
Sin expedientes ni informes médicos, Jesús amputó al leproso la pierna equivocada.

Egos - Miguel Dorelo
—No, no, de ninguna manera; no podés ser parte de nuestro grupo de escritores.
—¿Pero, por qué no?
—Te falta personalidad, quererte un poco más, mimetizarte con nosotros.
Cabizbajo, Narciso se retira.

Dijo la piedra - Nanim Rekacz
Me reconozco con espíritu aventurero, capacidad de asombro y aburrimiento fácil.

Oriana Pickmann
El futuro imperfecto del verbo amar tiene el teléfono de algunos abogados en su agenda.

Veredicto - Antonio J. Cebrián
El juez golpeó con el mazo sobre la mesa y dijo: —De la acusación de no ser culpable, yo le declaro inocente… Por lo cual dispongo que se le libere de la privación de cautividad.

Mi casa nueva - Daniel Frini
Lindo el ranchito. Viga central del ojo propio, techo de paja de ojos ajenos.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Las diez ráfagas favoritas de Carmen Carrillo

Imagen: Guernica. Pablo Picasso.




Escritor suicida 52 - Javier López
Antes de suicidarse, deshoja su último libro: "Me suicido, no me suicido...". Ya sabía que el número de páginas era impar.

Religiosamente - Carmen Carrillo
El sastre suspendía diariamente su labor a las 6 p.m. para decir la oración de la tarde. Al terminar el rezo, decía: “Bendito seas ahora y siempre, por los hilos de los hilos, amén”.

Saurio
Tengo tanta mala suerte que si me suicido seguro que me mato.

Multilocación – Oriana Pickmann & Sergio Gaut vel Hartman
Nunca se acostumbró a estar en varios lugares al mismo tiempo. Para acabar con eso, Dios instaló cámaras web en distintos rincones del universo.

Regla 2 - Jose Luis Zarate
No dividas tu atención. Por simpáticas, sonrientes y bellas que sean nunca juegues ajedrez con damas chinas.

Las claves del éxito - Miguel Dorelo
Perseverar, sacrificarse, insistir, no bajar nunca los brazos, ser fiel a uno mismo, aunque difíciles, suelen ser las pautas del éxito.
Eso sí: heredar, es con seguridad el camino más fácil y recomendable.

Rafael Vázquez
Cuando morimos, soñamos. Sueños que continúan solos, sin nadie ni nada que los sueñe.

Pasión - Héctor Ranea
Necesito agua de todas las fuentes para armar un licor que rejuvenezca el retrato de Dorian Gray.

Más plagios - Carlos Feinstein
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí, con unos gruesos anteojos, leyendo y ordenando una a una todas las microficciones que plagiaban el texto de Monterroso, incluyendo esta que estaba separada a un costado.

Rescate - Susana Duré
Al abrir la caja negra del avión, los peritos tropezaron con dos personajes sobrevivientes de la catástrofe.