sábado, 27 de agosto de 2011

Cuenta regresiva impar - Giselle Aronson



49- Reemplazo
Duermo. Sueño algo y me despierto. Vuelvo a dormirme. Al despertar, quiero recordar el sueño y no lo logro.
Duermo. Luego me despierto. Una idea para un cuento se me ocurre. Quiero dormir y escribir el cuento más tarde. No lo logro.
Pronto mis cuentos sustituirán a mis sueños.



47- Telúrico
Si las vacas hubieran tenido raciocinio, habrían comprendido por qué en la madrugada, antes de que amanezca, el Zoilo apareció por el corral poniéndole un camisón a cada una, al tiempo que pronunciaba:
- A mí no me va a venir a discutir los dichos, esa mocosa.



45- Mini obra en tres actos con moraleja
Introducción:
El sentencia: "Sos la mujer más fuerte, valiente y caprichosa que conocí en mi vida"
Nudo:
Veinte días después, él la deja.
Final:
Ella concluye que tales atributos la transforman en una mujer fácilmente abandonable.
Moraleja:
Tus virtudes pueden convertirse en tu propia trampa.



43- Otro caso
Tras esa mañana en que Gregorio Samsa se despertó, convertido en un monstruoso insecto, durante mucho tiempo se lamentó por su suerte. Lo que desconocía es que años más tarde, sería el único vestigio de humanidad que sobreviviría a la tercera guerra nuclear.


41- Uno de nosotros no puede estar equivocado
Lo que todavía no sé es si el que está en lo cierto es mi compañero que me aseguró que los paracaídas tenían certificado de calidad o yo que intuyo lo que pasará si sigo tirando de la cuerda, sin resultados.



39- Reverberación
Al principio, me preocupaba que mi propia imagen no se reflejara en el espejo del baño. Luego me tranquilicé cuando una mañana descubrí, que, a pesar de esa ausencia, el otro lado me devolvía el eco de mi voz.



37- Escaleras
Escher me ha invitado a pasar unos días en su casa. Esta mañana, apenas llegué, el criado me avisó que el anfitrión me recibirá con una generosa comida el comedor del segundo piso. Temo quedarme en ayunas.



35- Otro caso más
Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el Coronel Buendiano Aureldía, máximo líder del Movimiento de Liberación Esquimal, había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el barro.



33- Intercambio de pronombre.
No es lo mismo:
Desde que leí su libro, cualquier cosa que yo escriba me parecerá una porquería
Que:
Desde que leí su libro, cualquier cosa que usted escriba me parecerá una porquería


31- Palabricidio
Aprovechando el descuido del escritor quien olvidó poner el punto final, las palabras de la frase, complotadas, empujaron a la última. La pobre cayó, muriendo estrellada contra el pie de página.



29- Esto no es un cuento
Les confieso que este fue el último cuento de esta cuenta regresiva, que hace mucho tiempo escribo. Para este entonces, no se me cae una idea más. Sepan disculpar


27- Lo que la Biblia no te cuenta
Lo que el inocente de Dios no sabía era que, en el preciso instante en que él dijo “Hágase la luz”, Aladino estaba frotando la dichosa lámpara.



25- Creador twittero
Al séptimo día, al ver Dios su creación, se dio cuenta de que lo había logrado en ciento cuarenta caracteres con espacios. Como este cuento.



23- Hallazgo
La prueba de que los hombres han quedado fuera de la historia es que hubo un siglo XX pero no un siglo XY.



21- Saturación
Es el límite entre la esencia y la invasión, frontera entre la identidad y la alienación.
Es no esperar tiempos ajenos.


19- Inteligencia artificial
Todo el mundo ratoneril festeja el lanzamiento del nuevo producto tecnológico: un práctico dispositivo para la computadora llamado "man".



17- Diferencia grafemática
No es lo mismo “El hombre desoyó a su mujer” que “El hombre desolló a su mujer”



15-Inocencia perdida
Cuando desperté, aquella mañana de Reyes, al mirar mis zapatos, mi padre todavía estaba allí.



13 – Muerte
Lastima con el dolor que da la certeza de lo que nunca volverá.



11- Cuando el productor de Discovery Kids despertó, Barney todavía estaba allí


9- Quizás cuando todo pierda sentido, pueda aparecer algún significado


7- Retorcida
Ella fingía los orgasmos. Simulaba no tenerlos.



5- Ni siquiera escucha mi silencio.


3 – Historia del hombre perfecto.
No hay registros



1- Lo que pensé cuando te vi aparecer en mi casa con la valija
¡Chau!

lunes, 22 de agosto de 2011

19 parpadeos, pesadillas en medio de ráfagas, tinieblas – Héctor Ranea




1
Cuando mi peor pesadilla ya estaba allí, desperté.

2
Aunque esté dormido, las pesadillas me localizan por el dinosaurio que está velándome.

3
Inútil despertar, sé que la pesadilla todavía estará allí.

4
El ingenuo cree que soy un dinosaurio cuando soy su propia muerte.

5
En el libro de visitas escribió. Por más que me sueñes, soy tus pesadillas.

6
En mis sueños la mente queda en blanco; así, la silueta de mi pesadilla se destaca aún mejor.

7
Le refuto su argumento pero esa mujer insiste en ser mi pesadilla, para probarlo saca su careta y veo en ella mi rostro.

8
Me sonríe al despertarme del coma, pero no sabe cuánto me hizo sufrir cuando era mi pesadilla

9
Más fervor puse en olvidarla que en no volver a soñarla nuevamente. La pesadilla me visita diariamente, pero la olvido. Sólo ha dejado un tatuaje permanente en mi cuerpo lastimado.

10
Tomo como arma un reloj despertador, un vaso de agua. Pero mis sueños conspiraron para traer a mi pesadilla a mi vigilia. Ahora debo estar en vigilia, con los ojos abiertos.

11
Despierto y yace conmigo una mujer desnuda pero soy también mujer.
—Ya sé —le digo —eres mi pesadilla; y ella a mí
—Te confundes otra vez.
Y como volví a dormirme me ha quedado el acertijo sin respuesta.

12
Mi pesadilla quiere responderme, la veo desesperada tras el vidrio que la separa de la tempestad en la que navego tratando de explicarme. Cuando despierto, el agua salobre ha invadido mi casa. Yazgo ahogado abrazado a una foto del mar.

13
El silencio vale más que todo lo que pueda consolarme la pesadilla cuando despierto.

14
Cuando despierto, todas las pesadillas que logro disipar han abierto las ventanas y el Sol ya ha quemado todas mis alas.

15
Todavía no ha nacido la pesadilla que pueda vencer la que reina en mi mente.

16
No es inútil razonar con mis pesadillas, pero no quiere corregirse. Insisto que es un error que yo muera al final pues ellas morirán conmigo. Idealistas.

17
No habían pasado dos tic-tac desde que abrí los ojos que supe que no había despertado sino que la pesadilla había abierto otra ventana para mí.

18
El orden de eventos en mi pesadilla es inverso al de lo real. Desde el piso del patio me elevo ensangrentado y mugriento hacia mi departamento sanándome en el viaje hasta que llego a mi ventana para tomar la decisión de arrojarme. Mi pesadilla se equivocó esta vez.

19
Más vale pesadilla en ciernes que sueño en blanco.

martes, 2 de agosto de 2011

El Jugador de Esteban Moscarda



El jugador
Dios no juega a los dados: juega al truco y miente mucho.

El jugador II
Dios juega a la ruleta con los planetas. Siempre apuesta a chance.

El jugador III
Dios juega a la Play. Tiene bastantes puntos acumulados en ese juego que consiste en administrar un universo.

El jugador IV
Dios juega a un juego parecido al Teg. Juega con las fichas azules y el Diablo con las rojas. Está perdiendo: su contrincante domina el 70 % del universo, incluida la Vía Láctea.

El jugador V
Dios juega a las escondidas y juega tan bien que nadie, hasta ahora, lo ha descubierto.

El jugador VI
Dios juega a los dados pero no se da cuenta de que son los dados quienes, en realidad, juegan con él.

El jugador VII
Dios juega al tejo en una playa en los confines del universo. Está de vacaciones y por eso el mundo anda como anda.

El jugador VIII
Dios juega a la batalla naval y justo ayer alcanzó su más preciada victoria: hundió el arca de Noé.

El jugador IX
Dios juega al Tutti frutti; él, sin embargo, alega que está nombrando a sus creaciones.

El jugador X
Dios juega al Dígalo con mímica. Ante millones de ángeles, está interpretando una escena de “La última tentación de Cristo”.

El jugador XI
Dios juega al fútbol pero es muy agresivo: siempre le terminan sacando la roja y, encima, se agarra a trompadas con sus compañeros.

El jugador XII
Dios juega a un juego inédito: tira un dado de múltiples caras para mover alguna pieza de un tablero virtual que es casi tan grande cómo el cosmos. Lo hace por placer y para demostrarle a su padre, el Diablo, que puede encargarse del negocio familiar.

El jugador XIII
Dios juega a que juega a los dados: todo para distraer a un pobre científico.

El jugador XIV
Dios juega a los dados, sí: usa como mesa la mente de Albert Einstein.

El jugador XV
Dios no juega a los dados. Juega al golf con Stephen Hawkins en un lugar del universo plagado de agujeros negros.

El jugador XVI
Dios no juega a los dados. Juega perversos juegos sexuales con todas sus criaturas.

El jugador XVII
Dios no juega a los dados. Juega al teléfono descompuesto con el Diablo: de allí el estado de las cosas.

El jugador XVIII
Dios no juega a los dados. Juega a que es un personaje, en una novela de Dostoievski.

El jugador XIX
Dios no juega a los dados. En realidad juega a un juego desconocido para los humanos. Lógico: tampoco los peones conocen la naturaleza del Ajedrez.

El jugador XX
Dios no juega a los dados. Tiene una pecera donde ve nacer y morir minúsculos seres hechos de barro y de polvo estelar.