miércoles, 20 de abril de 2011

24 Clasificados literarios desordenados para la prensa libre.


(Aclaración: no siempre se mencionan direcciones para evitar problemas comerciales)
  1. ¿No funciona su epíteto? ¡Pruebe los de Doña Rosca! Epítetos sin vueltas.
  2. ¿Tiene ya su propio neologismo? ¿Qué está esperando? Llame ya. Excelentes filósofos crearán el que anda buscando.
  3. ¿Fue electo concejal y no tiene adjetivos? El Adjetivador, para servirle.
  4. Cambio dos sintagmas preposicionales aptos para uso próximo por un gerundio sin latinajo que pueda ser usado para indicar que el autor conoce latín.
  5. Pongo voz pasiva incluso en frases con pretéritos pluscuamperfectos inciertos. Consultar tarifa en www.justificandotodo.blogstop.com
  6. Canje de diálogos entre amantes por declaración de amor en una iglesia. Consultar: www.novelistadesesperado.blogstop.com
  7. Metáforas sin rima interna se requieren para oficiar de frases comunes en discursos de director de escuela.
  8. ¿Demasiado meliflua su declaración de amor? Renovación y cambio a su servicio. Service de declaraciones urgentes.
  9. Adjetivos sin rumbo buscan sustantivos solitarios. Absoluta reserva.
  10. Urgente. Por cambio de ramo: vendo metáforas sin uso, nunca soneto. Precios por debajo del mercado. Tangueros abstenerse.
  11. Archivo sus novelas incompletas. Lugares prácticamente ilimitados.
  12. No tenía más gerundios utilizables, pero el Ablandador hizo posible el milagro. ¡Ablándese el gerundio con nosotros!
  13. Simpáticos poemas para perros, suegras, adminículos íntimos y todo lo que usted desee. Sonetos por pedido especial.
  14. Sustantivos y homotipias al mayoreo. Sólo para profesionales.
  15. ¿Abogado sin sinónimos? Por cada cinco que paga, recibe dos al precio de uno. Llámenos, no será justicia hasta que no lo haga.
  16. ¿A cuánto está por vender su participio usado? ¡Nosotros mejoramos la oferta del mercado! Además, conjugaciones extremas.
  17. Obleas virtuales intercambiables con sinónimos en caso de rima consonante no deseada. Basada en Linux. Consulte precios para otros SO.Por cambio de rubro, cambio un lote de esdrújulas bien criadas por uno similar de corcheas usadas. Oportunidad para músicos fracasados.
  18. Compañía de poetas serios busca esdrújulas españolas competentes. Inútil presentarse sin tilde.
  19. ¿Problemas de conjugación subjuntiva? ¿Metáforas lentas? Resolvemos su problema en 24 horas. Verbo, S. A. Llámenos sin cargo 0—800—VERBOSA
  20. ¿Le llegan mensajes de texto incomprensibles? Traductores instantáneos SRL, su nueva solución. Se incorpora sin fatiga a cualquier celular.
  21. ¿Tesis incomprensibles sin gramática reconocible? En el Taller “Ciencia con gramática entra” resolvemos entre todos y todas los problemas habituales.
  22. Liquidación, SALE, SVENDITA. Por cada siete ditirambos te llevás uno gratis. Además, panegíricos, bendiciones de bodas en varias religiones ¡al precio de conjunciones copulativas!
  23. Siniestros, denuncias, producciones caseras de filmaciones (aptas para todo público). Entrenamos personal burocrático. Descuentos a jubilados de policía y bomberos.
  24. El discurso que estaba esperando, nuestros y nuestras agentes te lo confeccionan en dos horitas. Mande su tema y su escenario, le confeccionamos gratis su opinión para el primer discurso. Sustanciales descuentos en el segundo.
  25. ¿Cansada o cansado de los sinónimos de Wikipedia? Abrí tu mente. ¡Llámanos!

sábado, 16 de abril de 2011

Especial: 39 de 39



Cuento de aparecidos en el Bar “Sin Final” – Héctor Ranea
—¿Alguien sabe algo de Cuántica? —gritó el patrón. El Tape Gorrionez levantó el índice.
—Conectale bien los cables al de la mesa siete. Dice que no sabe bien a qué nave espacial iba. Pa’mí se equivocó fiero el muchacho.


Poeta – Adriana Alarco de Zadra
Nunca supo cómo acabar la poesía para su adorada Gumersinda. Tenía las rimas preparadas para cada estrofa: amor y dolor, miel y fiel, beso y queso, luna y cuna pero no sabía qué poner en el medio. Se envenenó.


Mercaderes de palabras en Venecia – Héctor Ranea
—Créame: lo lamento, Gutiérrez. Su cuento rebasó las 39 palabras disponibles, olvidó la consigna. No deja más camino que tomarnos el medio kilo que corresponde de su carne.
—Bueno, pero recuerden: sin usar una palabra más —dijo Gutiérrez riendo.


La última historia - José Manuel Ortiz Soto
Esa noche el sultán fue claro:
—La historia de hoy no rebasará las treintainueve palabras. Sherezada supo que con aquella artimaña sólo buscaba la manera de acabar con ella.
—¿Tengo otra opción? —preguntó pensativa.
—Ninguna. Entonces ofreció su cuello.


Boletín oficial – Guillermo Vidal
Fue lanzada la primera nave al espacio de manera completamente manual con el solo esfuerzo de los brazos de miles de trabajadores egipcios. Ni bien la Mubarak alcanzó la estratosfera, la multitud que la había empujado estalló en vítores.


Otra historia – Esteban Moscarda
EEUU se enfrentó a la Triple Alianza en el 1899. Buscaban imponer el comunismo en Sudamérica. Gracias a Dios, ciertos banqueros Argentinos viajaron en el tiempo hacia esa fecha y cambiaron la historia. EEUU y el comunismo, entonces, desaparecieron…


Pedid y recibiréis - Raquel Barbieri
Me persiguen; no sé en donde esconderme… si pudiera hacerme invisible, no pediría nada más en esta vida… tengo miedo, no veo, no… sí, veo, veo y no me veo… ahora son ellos los que no me ven más.


Predestinación - Christian Lisboa
Amo el número 39. Desde siempre, él me persigue. En el hospital, mis viviendas, en los formularios, en la celda de esta cárcel. Ahora, tres disparos hechos con una S&W calibre .38 me quitan la vida. Tendré que pensarlo.


La jungla de asfalto - Javier López
Cientos de ramas y hojas brotaron de las puertas en madera de Borneo de la oficina. Tras un tiempo sin ir a trabajar, nos han ordenado que cambiemos los trajes de ejecutivo por los de scout de nuestra juventud.


¿Edipo se va? - Fernando Puga
Cierra la puerta con llave. Lo hace con sigilo; no quiere despertarla. Tira las llaves por debajo de la puerta, debe evitar toda tentación. Cuelga la mochila sobre sus espaldas y parte decidido. Al despertar, ¿mamá notará su ausencia?



La Revancha - Miguel A. Nieto
No te confíes, esta vez te costará mas ganarme. La primera vez, tan confiada como estabas, te gane por constancia. Ahora tendrás que luchar mucho para ganarme tú —le dijo la tortuga a la liebre antes de la revancha.


Una cuestion de ego - Chinchiya Arrakena
Suelen decirme que soy muy exigente con mis amantes, que les propongo cosas difíciles y no convencionales... pero ¿qué hay de malo en querer impregnar un par de recuerdos para siempre en un cerebro? Si para eso me pagan...


Compadres – Oriana Pickman
—¿Náuseas, fatiga, pies hinchados y eso? 
—Sí, sí, entre otras cosas. 
—Y veo que la barriga te ha crecido. 
—Sobre todo eso, es que estoy con unos antojos... 
—¿Y tu señora, qué tal? 
—Pues ella lleva el embarazo perfectamente.


Lápiz rico, lápiz pobre – Javier López
Los dos lapiceros habían compartido caja cuando salieron de fábrica. Mientras uno alcanzó el éxito en manos de un famoso artista, dejando la impronta de su grafito en exquisitos retratos, el otro perdió la cabeza, abandonado en un cajón.


Cambios climáticos – Gabriela Baade
Las personas caían como moscas electrocutadas en las lámparas de luz violácea. La última tormenta de relámpagos se había cobrado, esta vez, cinco víctimas. En la cima del monte Ercuano, Grundk Elisaum el científico desterrado, trabajaba en el climatrón.


Monocromo – Miguel A. Nieto
Después de tres días lloviendo copiosa e incesantemente, el sol salió tímidamente proyectando un tétrico arco iris monocromático detrás de la montaña. Siempre era así desde el escape radioactivo de la central nuclear. La lluvia había desgastado los colores.


El talle justo – Sergio Gaut vel Hartman
—Es complicado pergeñar una microficción válida con un número predeterminado de palabras en la primera intentona —dijo Monterroso acariciando el cuello del dinosaurio.
—En el tao está la respuesta —replicó Chuang Tsé arrancándole las alas a la mariposa soñada.


La bailarina – Oriana Pickmann
Era conocida por sus movimientos frenéticos. El público era siempre atrapado por el espectáculo que su cuerpo ofrecía al compás de un ritmo que le surgía desde muy dentro. Hasta que llegara el personal médico para detenerle las convulsiones.


Morir es un trámite más - Guillermo Vidal
Tendría que haber estirado la pata después de pasar todo el santo día en una cola de tres cuadras al rayo del sol; su número de orden era el 1512; pero no había turnos hasta dentro de dos años.


El ancho mundo - Carmen Rosa Signes
Atraviesa un gran portalón. Asciende por la gran escalinata del cielo. Le acompañan hasta acomodarlo en una espaciosa y bulliciosa estancia. Pero aquel anciano siempre preferirá la estrechez que soportaba con los suyos pese a que todos lo ignoraban.


Drul Colombo
El Norte traerá otras cosas a parte de agua. Me enamoro de todas las lluvias de todas las épocas y los dias de viento norte me dan ganas de confesar que he matado. Pero la sudestada anega mis nervios.


Los espermatozoides - Eduardo Mancilla
El banquete del aprendizaje estaba listo para ser devorado por los ingenuos que, desprendiéndose uno a uno de la selva de lo desconocido, no tardarían en sufrir la primera y única lección: El orgasmo.


Otro problema de cantidad - Sergio Gaut vel Hartman
El personaje de esta microficción se acerca sigilosamente al escritor, que sólo es un personaje creado por mí.
—Aquí hay dos escritores —dice el personaje.
—No hay ninguno —replico, y trato de eliminar el archivo; pero ya es tarde.


Víctor Alvarado
El niño muy preocupado fue a preguntar al anciano: — ¿Qué pasaría si de repente, al pez le salieran alas? El anciano, tronando un maní con el último diente respondió: —Seguro se iría volando. Hasta el fondo del mar. Seguro.


Iris - Héctor Ranea
Nos reconocimos simultáneamente. Ella y yo teníamos diagramas de color idénticos en el iris izquierdo. Me sonrió imperceptiblemente para los humanos. Esa noche nos encontraríamos con los otros a entonar la canción de los mutantes marcianos de séptima generación.


Otro fracaso – Héctor Ranea
La 77a invasión fue original. Los marcianos usaron una máquina del tiempo para transportar tiranosaurios que devorarían a los humanos, pero pisaron tantas mariposas que al realizarlo la Tierra estaba habitada por jovianos que se comieron a los animalitos.


Numerología fatal - Esteban Moscarda
36 textos hasta acá. Falta mucho pero así es esto de escribir. Te cuesta, y cuando te querés dar cuenta todo es vacío, la negrura del final que se acerca y el 39 que te busca y te encuentra.


Maestro - Sergio Gaut vel Hartman
El hijo de Hitler quería escribir microficciones, pero sólo le salían novelas. Un día se encontraba en Petra y acertaron a pasar por allí Hemigway, Monterroso, Chuang Tze y Kafka. —Que tu padre te enseñe —le dijeron a coro.


Interregno - Sergio Gaut vel Hartman
Se reunieron todos los solares para analizar el fin del mundo de 2012. Los marcianos propusieron el éxodo masivo. Los terráqueos ni eso. Cuando los mayas volvieron de su viaje aclararon todo. —¡Fin del mundo, las pelotas! —dijo Huitziloquetzalcoyotlpaxi.


Golpe de gracia - Sergio Gaut vel Hartman
Cuando abrió los ojos, la Dama de Pique, el Caballo de Troya y la Torre de Pisa formaban una red de mate a su alrededor. Los peones de “La siciliana”, borrachos, se reían estúpidamente. —Estoy perdido —dijo—. Abandono.


Idea de fiesta - Carmen Carrillo & Héctor Ranea
La idea peligraba, debía defenderla. Para hacerlo, entré en el espejo en una tortuga perezosa. Cuando llegué, estaba en una fiesta. Me vio, me gritó, tan campante: —¡Saludos desde el planeta de la gente feliz! Sentí estar muy equivocado.


El reflejo - Héctor Ranea
En el camino vemos un auto venir hacia nosotros desde la noche. Chocamos pero, aún así, seguimos andando sin contratiempos. Sólo atravesamos un espejo armado por las arañas para sujetar presas. Nos alegramos hasta ver cómo es la araña.


Batallas argentinas 1 - Sergio Gaut vel Hartman
Los verdaderos motivos por los cuales Urquiza abandonó el campo de batalla en Pavón no fueron los cólicos renales, sino el pánico que experimentó al enterarse de que Mitre contaba con un cuerpo de marcianos expertos en seducir entrerrianas.


Polisemia - Giselle Aronson
—Me voy a empacar —dijo, mientras daba un portazo y se metía en la habitación. Cuando regresé del trabajo ya no estaba. Nunca supe si me estaba avisando que se marchaba, que se iba a enojar o ambas cosas.


K, el mar y los sueños III - Jesús Ademir Morales Rojas
Habiendo buscado a su amada Frieda infructuosamente, a K sólo le restaba el mar. Y allí la esperó durante mucho tiempo. Luego, desesperado se arrojó a las olas. (Cerca de allí, en un jubiloso salto, emerge la sirena Frieda).


Penumbras - Guillermo Rossini
Despertó y la oscuridad era completa, cerrada, sólida. Estiró el brazo y ella no estaba. No veía absolutamente nada ni escuchaba ruido alguno. Pensó que estaba soñando y simplemente esperó a despertar. Nunca lo hizo: así descubrió la eternidad.


Instrucciones para ser – Esteban Moscarda
Primero, sea concebido. Procure que el espermatozoide más potente llegue a la meta y lo corone con vida. Luego, disfrute de 9 meses en un spa exclusivo. Y listo; eso sí, después viene lo difícil: nacer, vivir y eso.


Gustos son gustos - Sergio Gaut vel Hartman
No es cierto que la guerra de la Triple Alianza se haya originado en la afición de los marcianos por el Ilex paraguariensis; las causas del conflicto residen en la afición de los marcianos por los tejidos de ñandutí.


Viajes – Esteban Moscarda
Viajo al pasado. No lo entiendo. Viajo al futuro. Tampoco lo entiendo. Voy a otros universos pero no me convencen. Exploro otros planetas, otros órdenes, otras realidades: me termino aburriendo. Ya fue, me digo, mejor me voy a Necochea…

jueves, 7 de abril de 2011

Cuenta regresiva de siete autores - ESPECIAL


49 – Derechos de autor – Sergio Gaut vel Hartman
Cuando Kafka se enteró de que Gregor se había convertido en un monstruoso insecto, escribió una exitosa ficción para ayudar a la familia del pobre muchacho. Pero los Samsa rechazaron la oferta de plano; les causaba menos asco el aspecto de su hijo que recibir dinero de un judío.

48 - La verdadera y más completa autobiografía – René Avilés Fabila
No fue sino hasta después de su muerte cuando decidió escribir la autobiografía perfecta y más rotunda: comenzó por su muerte, relatando los detalles de la agonía y la consternación familiar, y la concluyó con el nacimiento, cuando sus padres entusiasmados le auguraron una larga y fructífera vida.

47 - Sólo tres noches – Sergio Gaut vel Hartman
Desmitifiquemos de una vez lo que cuentan acerca de Sheherazade, los mil y un relatos y los entretenimientos del sultán. Luego de oír las historias de Aladino, Alí Babá y Simbad, el tipo se tiró sobre la muchacha y al grito de “¡Sésamo, ábrete!” liquidó el asunto.

46 - Frustración – Sergio Gaut vel Hartman
Junto cuarenta y seis palabras al azar; el 46 es mi número favorito. Permito que la marea de palabras avasalle la trama, que la sinergia que contienen cree, por sí misma, una obra maestra. Debo limitarme a contar, descubrir que, en efecto, el milagro ha ocurrido.

45 – El huevo o el dinosaurio – Héctor Ranea
El Profesor Boris Vianco expuso su revolucionaria hipótesis sobre dinosaurios de huevo, dinosaurios de cantos rodados y dinosaurios de sueños de poetas, cuanto menos. Los segundos, tienen características rocosas. Los últimos son los que todavía están ahí cuando el poeta despierta. Los primeros están extintos.

44 - Post Apocalipsis – Esteban Moscarda
Ciudad vacía. Lluvia roja, con olor a algo terrible. Poca gente, miedo y desesperanza ruinosa. Dioses muertos, religiones vacías. Ciencia desnuda. Ya nada importa. Pero entonces, el milagro: los animales olvidan el silencio y comienzan a hablar. El mundo, entonces, se despierta de nuevo…

43 - Deidad encubierta – Guillermo Vidal
Dios de la ansiedad insaciable. Se oculta tras la gruesa cubierta de chocolate y varias capas de masa esponjosa. Recibe peticiones urgentes mientras los fieles consumen hasta la última miga y pasan la lengua por la fuente con los restos de la crema.

42 - La pareja dispareja – René Avilés Fabila
Era una pareja de varones homosexuales. Realmente era dispareja: Jorge, joven y guapo, Marcos, feo y viejo. Esa noche decidieron ir a una fiesta de disfraces. Ambos optaron por ir como Dorian Gray: el primero era el personaje, el segundo su retrato.

41- Teoría de Cuerdas II - Esteban Moscarda
Una brana está gritando en la calle.
—Les digo, dentro nuestro hay gente, tienen que creerme.
—Sí, sí, venga hombre, le creemos. Tome esta pastilla y va a ver como le destruimos esos seres —le dicen unas branas vestidas de bata.

40 – Necesidad perentoria – Sergio Gaut vel Hartman
Había escrito microficicones de casi todos los colores. Pero no lograba pergeñar una de cuarenta palabras. ¿Cómo hacer? ¿Dónde viven las malditas palabras? Se cortó la lengua y salieron reptando las que necesitaba. Las cosió con hilo negro, y ya.

39 - Fábula marina - Javier López
Los biólogos oceánicos no daban crédito, tras descubrir aquel raro ejemplar, a que tuviera piel de delfín. Lo que no sabían era que el tiburón había escuchado que, en tierra, al lobo le iba bien con la de cordero.

38 - Protesta Social - Esteban Moscarda
—Mi señor, los muertos, los muertos se niegan a morir —dijo un demonio.
—Uy, debe ser este Caronte que está de paro otra vez —dijo el Diablo y agregó—: mandá a los Querubines y deciles que repriman…

37 - Ósmosis poética fallida - Héctor Ranea
A pesar de vivir en Amado Nervo entre Borges y Martí en el piso Pizarnik del edificio Dante XI, nunca leyó a Marechal ni escribió un poema, ni siquiera anotó nada en un simple pasaje de ómnibus.

36 - Adivino divino – René Avilés Fabila
Creó el universo y luego se concentró en la tierra, acaba de poner una muy hermosa vegetación cuando se asomó al futuro y ya no creó ni a Adán ni a Eva. Dejó solo el Paraíso.

35 - El hombre árbol (Apuntes para un cuento de hadas) - René Avilés Fabila
Un hombre se come la semilla de un fruto mágico. Dentro de él germina, crece se mezcla con el organismo humano y al poco tiempo se convierte en un árbol pensante, cuyos frutos tienen ideas.

34 – Enredos – Esteban Moscarda
Sueño que sueño. Despierto que despierto, digo, sueño que despierto muerto. No. Muero que sueño, sueño que muero despierto. Bah, tal vez de todo esto nazca una microficción que sueña que despierta que muere.

33 – Utopía rutera – Héctor Ranea
El Bar “Sin Final” ofrece tangos, desmesuras, tragos delirantes y obviedades carnales que superan lo imaginado por el viajero que cae por esa ruta. Nadie sabe dónde queda, pero todos aseguran haber estado.

32 - Mártir – Sergio Gaut vel Hartman
Si pudiéramos hacer colapsar el sistema de transporte de la ciudad, el caos consiguiente propiciaría el estallido de la revolución. Por eso me arrojé a las vías al paso del tren, amor.

31 – Consecuencias – Esteban Moscarda
Prendo el televisor y el cigarrillo que acabo de encender me pesa como una tonelada de dolor. No soporto tanta mierda. Creo que voy a apagarlo. Creo que apagaré la sociedad.

30 - Verdad revelada – Sergio Gaut vel Hartman
Superman abandona sonriente la cabina telefónica. Unos segundos después, con la ropa desarreglada y expresión culposa, Clark Kent sale de la misma cabina. El gran secreto ha dejado de serlo.

29 - Paradoja doble - Guillermo Vidal
—¿Qué pasaría si viajas en el tiempo y matas a tu abuelo antes que conozca a tu abuela?
— Supongo que me lo agradecería, se llevaban como perro y gato.

28 - Soñar o no - René Avilés Fabila
Soñar que uno sueña es algo tan común, trillado, que mucho ha servido a la literatura. Pero soñar que uno no sueña es algo distinto y quizá novedoso.

27 - Anuncio - René Avilés Fabila
Oriundo de Hamelín, soy flautista y alquilo mis servicios: puedo sacar las ratas de una ciudad o, si se prefiere, a los niños de un país sobrepoblado.

26 - La pareja perfecta - René Avilés Fabila
Rubén Bonifaz Nuño y yo formamos la pareja perfecta: siempre vamos juntos con hermosas damas y lo que el uno no puede el otro lo intenta.

25 - Dios no juega a los dados, sentenció Einstein – Héctor Ranea
—Rien ne va plus! —clamó el croupier.
—¡Carajo, me olvidé de jugar las fichas! —dijo Dios, visiblemente enojado—. No le hago más caso a Albert.

24 – Curiosidad – Guillermo Vidal
Hacía rato que sonaba la sirena de la ambulancia, quiso mirar por la ventana a ver qué pasaba pero estaba tirado en el piso.

23 – Vía de escape – Sergio Gaut vel Hartman
La realidad lo crispaba, por lo que decidió convertirse en personaje de una ficción bucólica. Hace cien años que busca un escritor adecuado.

22 - Javier López
El escriba permanece sentado, atento, ojos bien abiertos, mirada fija. El faraón cuenta mentalmente que no se alargue más de 140 caracteres.

21 - Pedida - Javier López
—Vengo a pedir la mano de su hija —pronunció solemnemente el pretendiente zombie.
Y se la llevó.

20 – A destiempo – Héctor Ranea
La madrugada que Gregor Samsa despertó convertido en vampiro sí que se preocupó. Sobre todo porque ya era de día.

19 - Pacto - Javier López
Tengo hambre de ti; y tú, sed de mí. Pero tú, vampiro, y yo, muerto viviente, prometimos no atacarnos.

18 - Pre-Génesis - Esteban Moscarda
El Caos se tomó toda la sopa a la que los Nórdicos llaman Ragnarok. Cuentan que se intoxicó.

17 - Ramón Gómez de la Serna
Es conmovedor en las óperas ver que cuando lloriquea la que canta todo el coro la consuela.

16 - Ramón Gómez de la Serna
En los hilos del telégrafo quedan, cuando llueve, unas lágrimas que ponen tristes los telegramas.

15 - El pelotón de fusilamiento - Héctor Ranea
El prisionero solicita cantar antes de morir. El llanto de los soldados moja la pólvora.

14 - Pregunta inquietante – Guillermo Vidal
—¡Papá! —dijo el tallo—, ¿una flor carnívora que se convierte en vegetariana es caníbal?

13 - Javier López
Lo inundó una sensación de bienestar. De tal magnitud que se acabó ahogando.

12 – Divina proporción – Guillermo Vidal
Cada diez mil palabras que sostienen hay una palabra que te hunde.

11 - Nacimiento – Guillermo Vidal
La abuela tuvo su primer bisnieto; fue un parto muy difícil.

10 - Ramón Gómez de la Serna
El camello lleva a cuestas el horizonte y su montañita.

9 - Ramón Gómez de la Serna
La X es la silla de tijera del alfabeto.

8 - Ramón Gómez de la Serna
Las flores que no huelen son flores mudas.

7 - Pesadilla - Javier López
Cuando desperté, el sueño todavía estaba allí.

6 - A la cabeza - Javier López
Enrique VIII se dopaba con anabolenizantes.

5 - Ramón Gómez de la Serna
Los haikai son telegramas poéticos.

4 - Ramón Gómez de la Serna
Las estrellas telegrafían temblores.

3 - Ángel quebrado - Héctor Ranea
Ayer intentó volar.

2 – El colmo de los viajes en el tiempo – Guillermo Vidal
Llegar tarde.

1 - Declaraciones del Creador cuando tras días de trabajo ininterrumpido pudo contemplar su obra terminada - Sergio Gaut vel Hartman
—¡Socorro!

0 - Conversaciones entre entes del éter - Esteban Moscarda


Ilustración: La riña, de Francisco de Goya y Lucientes.